3. De la amistad al noviazgo

Consejitos para comenzar el noviazgo con el pie derecho

Buscando la bendición
Desde que la pareja comienza a sentir un mayor interés a la amistad entre ambos deberían informar a sus padres y/o mentores.

Esto se hará de manera individual, o sea, él por su lado y ella también.

Cuando son diferentes es recomendable que los respectivos mentores tengan un intercambio de impresiones al respecto.

De esta manera nos aseguramos que todo respecto a la persona considerada está en orden y no presenta inconvenientes para una posible relación.

Padres encargados:
Simultáneo a esta consulta y no menos importante está la consulta a los padres encargados de ambos.

Independientemente de la fe que profesen o las condiciones morales de los padres, la opinión de estos siempre es importantísima.

Es vital que padres y/o mentores no tengan objeción para entonces comenzar la relación de noviazgo.

Las recomendaciones deben ser escuchadas y consideradas si queremos tener éxito en la relación.

Cuando la opinión de alguno de los padres es contraria a la intención de la pareja, es recomendable que pospongan el inicio de la relación de noviazgo hasta que haya consenso en todas las partes.

De igual manera, si la opinión de los mentores es contraria a la pareja.

Mentores del noviazgo:
Una vez la pareja ha sido autorizada por las autoridades pertinentes, empieza el período vital.

Cada pareja de noviazgo deberá tener mentores que supervisen esta relación. ¡Hasta el altar!

Los mentores deberán ser matrimonios que previamente tengan lazos de amistad con los novios.

Matrimonios, no perfectos, pero ejemplares y saludables.

Estos deberán ofrecer informes periódicos del desarrollo de la relación a los mentores. Siempre en un clima de confidencialidad.

4. A la hora de escoger, ¿qué deberías tener en cuenta?

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