Luna fina
¡Ay,
luna nueva, fresquita
como una hilacha del día,
que
en el cielo, azul y claro
la
tarde dejó perdida!
¡Ay,
luna recién llegada
que
en el fondo del aljibe
pareces
una pestaña
caída
en el agua triste!
Voy a pedirte una gracia…
(Dicen
que es bueno pedirla
cuando
la luna es así,
delgada
y recién nacida.)
Ampárame
con tu embrujo
esta
pálida sonrisa
que
después de tanto tiempo
vuelve
a prestarme la dicha.
Haz
que ella crezca contigo
y que
me alumbre la cara,
como
tú, cuando semejas
una
medalla dorada.
Luna
fina de septiembre,
sobre
el mar y sobre el campo:
sé
cordial a mi dulzura
como
lo fuiste a mi llanto.
Juana
de Ibarbourou
(uruguaya)
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