La habitación estaba totalmente a oscuras, la copa en pedazos esparcidos por doquier, la cama desordena y el cuerpo de la muchacha tirado en el suelo.
De esta manera se encontraba el cuarto de Esmerada Montoya Manrique, una joven de 22 años de edad. Era una muchacha de color indio, pelo largo, ojos cafés y que siempre había poseído una sonrisa en los labios. Era una persona amistosa, quería mucho a sus padres Pedro Montoya y Mercedes Manrique, y a su hermano Francis que era menor que ella.
Aunque Esmeralda poseía grandes cualidades, también tenía un gran defecto; vivía de fantasía, sobre todo haciendo ídolos de los artistas más populares.
Su cuarto estaba lleno de fotos de sus artistas favoritos, sus ropas también era un reflejo de sus artistas femeninas preferidas y con todos sus amigos siempre vivía comentando de sus artistas favoritos.
Esmeralda era tan amante a los ídolos artísticos que un día llego al punto de insultar a sus padres sólo por el hecho de que ellos le llamaron la atención porque uno de sus artistas favoritos fue sorprendido usando drogas y estaba en la cárcel.
Ellos entonces les dijeron que quitara todas las fotos de ese artista que tenía en su cuarto y que no usara nada que tuviera que ver con él, pero ella respondió a sus padres de manera grosera diciendo:
―Yo tengo en mi cuarto lo que yo quiera, mi cuarto es mío y nadie tiene que meterse en eso.
Su madre le respondió:
―Por favor, mi hija, comprendes que es peligroso que una persona imite de alguien su mal comportamiento.
―Pero es que yo no voy a hacer todo lo que él haga.
Su padre entonces le dijo:
―Esmeralda, entiende que es por tu bien que te aconsejamos.
―Pero yo no voy a quitar nada y punto, lo mío es mío y hago con eso lo que yo quiera.
―Está bien, hija, pero un día te convencerás de que estás en un error.
Esmeralda no hacía caso a los consejos de sus padres, seguía haciendo ídolos de los artistas más populares que acaparaban la atención de la población joven.
En otra ocasión sucedió que Daysi Fuente la cantante de Rock más famosa del momento se le descubrió que era lesbiana y Esmeralda en esa ocasión quemó todas las ropas que eran imitaciones de la cantante.
Al conversar con una amiga, Esmeralda le contó lo siguiente:
―Oye, Miriam, ¿tú supiste lo de Daysi Fuente?
―Sí, se descubrió que es lesbiana, pero, ¿por qué me preguntas?
―Es que yo tenía muchas ropas parecidas a las que ella usa, pero me deshice de ellas porque no quiero que la gente me mire y me confunda pensando que yo…
―Entiendo pero… eso no importa, tú no eres igual a ella.
―Sí, pero la gente quizás pensaría lo peor de mí, además mis padres siempre me dicen que deje de imitar las cosas de los artistas, pero es que me encanta usar lo que está de moda.
―Yo pienso que tú debes de llevarte de lo que tus padres te dicen porque quizás ellos tengan razón.
―No, yo sé lo que me gusta y eso quiero hacer.
La muchacha a pesar de todo eso, seguía viviendo de fantasía y muchas veces llegó a enamorarse de algunos artistas famosos como es el caso de un salsero llamado Michael Berlyns, el cual se hizo tan popular que en las emisoras de radio sus canciones eran las más escuchadas, sus discos eran los más vendidos y era el artista que más contratos tenía en esos momentos.
Todo esto llenó de entusiasmo a Esmeralda, aunque era sólo una fantasía, ella se sentía feliz al ver que su galán estaba “acabando” en el mundo artístico.
Pero sucedió algo inesperado, el artista tuvo un gran accidente que lo dejó minusválido y Esmeralda comenzó a preocuparse por el estado en que había quedado su galán.
Esto fue un golpe terrible para la muchacha, tanto así que ella se encerró en su habitación y ni siquiera a su amiga Miriam recibía en su cuarto.
Sus padres comenzaron a preocuparse, ya que ella no quería ni comer, hasta que su hermano pudo conseguir que ella le permitiera entrar y pudo hablar con ella:
―Oye, Esmeralda, tú debes entender que…
―No, Francis, tú no sabes lo que me está sucediendo en este momento, es algo terrible.
―No pienses tanto en eso, recuerda que hay más artistas y tú puedes…
―Ok. Francis, trataré de entenderlo.
Pasaron varios días y al fin la muchacha comprendió que no debía estar sufriendo por esa razón, entonces comenzó de nuevo a escuchar música de algunos artistas que estaban de moda en esos momentos y de nuevo volvió a encantarse de la vida.
Aunque un poco triste todavía, Esmeralda comenzó a prestar atención a los artistas que estaban “pegao” en la actualidad y sus padres y amigos comenzaron a aconsejarla de nuevo:
―Oye, Esmeralda, tú debes de entender que no te conviene estar pensando en artistas de esa manera porque eso es muy peligroso ―le dijo su padre.
También su amiga Miriam y otros amigos y amigas no dejaron de decirle que dejara de entusiasmarse así con los artistas y que comenzara a vivir de realidades, pero todo eso era inútil, la muchacha continuaba viviendo de fantasía.
Esmeralda entonces pensó:
―¿Cuál será el artista “mejor” que hay ahora? ¡Ah!, ya sé, Richard Jansen, es un chico muy guapo y muy alegre.
Entonces empezó a preocuparse por ese artista, de inmediato compró su disco y consiguió algunas fotos del artista y desde ese momento sólo hablaba de Richard Jansen.
La muchacha comenzó a sentirse feliz nuevamente pero volvió a ocurrir algo grave e inesperado: el artista sufrió un accidente cuando se dirigía hacia una ciudad para realizar un concierto, ya que él cantaba sólo baladas románticas.
En dicho accidente fallecieron, el cantante y dos hermanos de él que lo acompañaban. Fue algo muy horrible: murieron al chocar el carro en que viajaban con un tráiler y quedaron arrollados en la vía por la que transitaban.
―Eso fue, fue eso. Dijo su madre sumida en un amargo llanto.
―Ella no pudo soportar la muerte de ese cantante.
El padre sólo dijo:
―Cuando supimos la noticia de inmediato fuimos al cuarto de Esmeralda para consolarla y animarla, pero ya era tarde.
La habitación estaba totalmente a oscuras, la copa en pedazos esparcidos por doquier, la cama desordenada y el cuerpo de ella tirado en el suelo…
Arcenio Escalante
(Dominicano)
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