5. Ten una
meta.
La escuela cobra mayor
importancia (y es más divertida) si sabes hacia dónde te lleva. Estudiar sin
una meta es como correr en una pista sin línea de llegada. Tener una meta te
mantendrá orientado y te hará más suave la transición al mundo laboral. ¿Cómo
puedes trazártela?
Pregúntate: “¿Cómo
pienso ganarme la vida?”. En vez de dejar la respuesta para más adelante,
haz planes con anticipación. ¿Por
qué? Míralo de esta manera: si quisieras irte de viaje, primero tendrías que
saber a qué lugar te gustaría ir; luego buscarías un mapa con el fin de elegir
la ruta más conveniente. Puedes seguir un plan de acción similar en tus
estudios. Determina primero a qué quieres dedicarte y después elige los cursos
que te permitan llegar a tu destino.
Cuidado: muchos jóvenes están empeñados en trabajar
únicamente en aquello por lo que sienten verdadera pasión (como la música) que
la simple idea de emplearse en algo diferente resulta intolerable. ¿Qué sería
mejor?
· Evalúa tus habilidades. ¿Te
gustan los trabajos que implican servir a los demás? ¿Eres bueno para la
mecánica?, ¿los números?, ¿las finanzas?, ¿reparando cosas?
· Considera tus opciones. ¿Qué oficios se adaptan mejor a tus habilidades?
Baraja diversas opciones en lugar de obsesionarte con el trabajo de tus sueños.
Y piensa en términos prácticos. Por ejemplo: ¿tendrás que endeudarte más allá
de tus posibilidades para recibir la capacitación que necesitas?, ¿encontrarás
trabajo en la profesión que deseas estudiar en caso de que te mudes?
· Analiza qué oportunidades existen. Cuando sepas a qué dedicarte, investiga qué demanda
tiene ese tipo de trabajo en el mercado local. ¿Hay posibles empleadores?
¿Existen plazas de aprendiz? ¿Puedes matricularte en cursos vocacionales?
Sugerencia:
asesórate con tus padres,
profesores y amigos adultos. Investiga en los periódicos y en Internet.
Conclusión: tener
una meta le dará sentido de dirección y propósito a tu educación. ¿Por qué no
comienzas desde ahora? Reflexiona sobre los tres puntos anteriores ahora que
todavía estás en la escuela. Escribe tus metas y habla de ellas con tus padres.