Enigma a Domicilio, la especialidad de la casa 
El experto en simbología Robert Langdon vuelve a las andanzas en la más reciente obra de ficción creada por el afamado escritor estadounidense Dan Brown:  su novela “Inferno”; a cuatro años del ingenioso Símbolo perdido  y a ocho del aclamado Código Da Vinci. En esta ocasión, el catedrático de Harvard se ve envuelto en una persecución contrarreloj, que tiene como escenario principal la bella ciudad italiana de Florencia. Allí, con la ayuda de la doctora Sienna Brooks, tendrá que resolver intrincados enigmas para intentar salvar a la humanidad de una inminente catástrofe que amenaza con borrar del mapa a gran parte de la población mundial y evitar el “infierno” descrito en el clásico de Dante, La Divina Comedia.  A través de este manuscrito, Robert deberá buscar las pistas necesarias para dar con el sombrío personaje y frustrar su maléfico plan. 
Una vez más, Brown intenta su brillante ecuación combinando arte, ciencia, historia y cultura dando como resultado un cautivador thriller cargado de misterio, digno del best-seller en que se ha convertido. Hay que señalar que a diferencia de sus novelas antecesoras, esta secuela  no incluye sociedades secretas ni cláusulas religiosas, no obstante su compleja temática suscita nuevamente el debate ideológico y la controversia, que, en lo adelante, pondrá en jaque a muchos. 
Es cierto que los elementos que el autor escoge para sus historias, la manera en que los entremezcla y los constantes giros que incluye la trama, despiertan inmensa fascinación; compensando así la deficiencia literaria de su prosa ágil, pero poco pulida y las extenuantes descripciones, que redundan en no pocos pasajes de esta entrega (casi como si fuera una guía turística). 
Al igual que la "chica Bond"  la acompañante Sienna resulta de importante apoyo para la resolución del conflicto y le añade al desarrollo de la trama un interesante giro, un comportamiento distinto (y muy atinado, añadiría) de sus homólogas en las aventuras previas de Robert Langdon, mas conociendo sus verdaderas intenciones y actitudes, me parece un tanto inverosímil la decisión que este personaje ha tomado al final (sin más detalles). 
Hacia el final de la obra, me doy cuenta (y sé que es algo muy atrevido de mi parte) de que el título está parcialmente justificado, debido a que los acontecimientos que se develan en su desenlace se equiparan exiguamente con la fuerte connotación negativa de tal palabra (infierno), sin embargo la maniobra no me ha disgustado; por el contrario, me ha parecido sorprendente y genial. 
Aunque pesada por momentos, Dan Brown de nuevo impone con tiranía a los lectores una historia inteligente que invita a seguir adelante cautelosamente de la mano del carismático profesor y desentrañar los más oscuros misterios que encierra su “Inferno”. 
Le doy un 9 de 10. 
H.G.