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La aventura quijotesca
• Segunda partida
(ADVERTENCIA: AVISO DE SPOILER)
Después de su recuperación, Don
Quijote persuade a Sancho Panza, un aldeano vecino, de que le acompañe
como escudero en busca de aventuras con la promesa de que lo hará
gobernador de una isla. De esta manera, emprende su segunda partida. Por el camino, se embiste contra unos molinos
de viento que cree gigantes; derrota a uno de los viajeros que acompañaban
a una mujer rica, hasta que son golpeados por una turba, culpa de la
torpeza de su caballo. Luego se hospedan en otra posada, donde tiene
problemas con el propietario y su hija. Al amanecer, siguen su camino. Don
Quijote ataca un rebaño de ovejas creyendo que es un ejército, después
despoja de su vasija a un barbero y libera de sus captores a unos
delincuentes que llevaban como prisioneros. Entran a una tercera posada. Al
anochecer, se entretienen escuchando los desmanes amorosos que confiesan
algunos presentes. Más tarde, un Don Quijote sonámbulo, arruina el
depósito de vinos. Sus vecinos, que hasta allí le han seguido el rastro,
convencen a una mujer de hacerse pasar por una princesa encantada para que
Don Quijote le rescate derrotando a un supuesto gigante. De esta manera,
logran encerrarlo en una jaula y transportarlo en contra de su voluntad de
vuelta a su hogar.
H.G.