12. La inteligencia naturalista

A «Pauli Flor» le encanta regalar y recibir flores, y uno de sus entretenimientos predilectos es pasear por el campo, escuchado la música de los pájaros, sintiendo la brisa en el rostro y percibiendo la danza de los vientos sobre las hojas. Posee gran empatía con animales y sufre al verlos sufrir. Ama a la plantas en general, y si pudieran, cambiaran su agitada vida en la ciudad por la del silvestre campo. No se sienten bien en ambientes muy ruidosos y aborrecen el estruendo del tránsito, que se opone a la calma. Le gustaría mucho ser agrónomos o veterinarios y, aun en el ejercicio de alguna otra actividad, no se desentendería de actividades como cuidar un huerto, regar una flor, ayudar a un animal. Se preocupan mucho por la ecología y consideran una falta de respeto no pensar en cómo mejorar el mundo para las generaciones que vendrán. Las personas como ella poseen una caracterizada Inteligencia Naturalista.

La inteligencia naturalista se manifiesta cuando actuamos sobre el mundo natural, haciéndonos capaces de comprender la vida de la flora y la fauna y logrando resolver sus problemas.

Se manifiesta en personas atraídas por el mundo natural, con una extrema sensibilidad para identificar y entender el paisaje natural.

Darwin, Mendel y connotados naturalistas, botánicos, geógrafos, paisajistas y jardineros son ejemplos de este tipo de inteligencia.

El estímulo naturalista se manifiesta en excursiones programadas de bicicleta en que importa menos adónde ir, y más qué descubrir. La escuela debe fomentar las excursiones a paisajes naturales, parques, la playa, reseras científicas y expediciones y campamentos en entornos naturales.

La ubicación de la inteligencia naturalista probablemente se aloje en el hemisferio derecho del cerebro.

13. Las inteligencias personales: Intrapersonal e Interpersonal

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