4.2. El verdadero amor sabe esperar

Muchachos, vale la pena esperar. Su esposo o esposa, donde quiera que se encuentre, merece lo mejor de ustedes. Y cuando la encuentren, no hay diamante en el mundo más valioso que les puedan dar ese día que su virginidad. Sin preocupación, sin miedo, sin fantasmas. No lo tiren a la basura.

Una de las madres de esos chicos que creía que tener sexo era un juego dijo: “Esas jovencitas con las que se acostó mi hijo eran sólo basura”. Y yo pensé: “eso hace de su hijo un basurero. ¿No está orgullosa?” Esas niñas no eran basura. Jovencitas como ellas eran niñas que querían desesperadamente ser amadas y pensaron que al dar sexo obtendrían amor y lo que lograron fue ser usadas.

Chicas, llega un muchacho y les dice: “Vamos, pruébame que me amas, si me amas…” Traduzcan lo que les están diciendo: tengo hormonas y quiero que satisfagas mis necesidades. Porque el amor no haría eso. El amor no les pediría que arriesgaran su vida para satisfacer a alguien. El amor verdadero respeta, el amor verdadero espera.

5. Costos espirituales

Volver a EL SEXO TIENE UN PRECIO