5.2. Virginidad
Una muchacha dijo lo siguiente: “Soy una virgen reciclada. Cuando tenía 15 años tuve relaciones sexuales”. Quedó llena de dolor y ella sabía que eso no era lo que quería seguir haciendo. Tomó la decisión de no tener sexo otra vez. Le pidió a Jesús que la perdonara y le prometió a Dios que no tendría relaciones sexuales hasta que se casara. Algún día cuando esa joven se case tendrá que decirle a su esposo que tuvo sexo cuando tenía 15 años. Tendrá que revelar su pasado. Pero ella va a ser capaz de mirar a ese hombre y decirle: “Durante los últimos tres años, cinco, diez años, he esperado por ti”. Y sabremos qué clase de daño permanente existe porque hay varios años para asegurarse de que ella está bien.
Pueden irse de aquí y llevarse su dolor o pueden dejarlo ante la cruz. Él los ama. Quiere darles lo mejor. Necesitan confiar en Él y dejarlo aquí.
Si nunca han tenido relaciones sexuales y aún conservan la virginidad, déjenme decirles algo: tienen algo muy especial y muy valioso. Vale la pena llegar a esa relación permanente sin pasado, sin miedos, sin fantasmas. Cueste lo que cueste. Sé que no va a ser fácil y se van a reír de ustedes. Habrán jóvenes que los miren a los ojos y les digan: “¿No estás teniendo sexo? Todos los demás lo hacen. Algo anda mal contigo, vamos ¿qué te pasa?” No le hagan caso. Se hartarán de que sus amigos se burlen de ti. Piensa que eres un ejemplo para ellos. Eres un modelo a seguir para tus compañeros. La próxima vez que tus amigos se burlen de que eres virgen, quiero que los mires a los ojos y les digas: “Cualquier día podría elegir ser como tú, pero tú jamás volverás a ser como yo”. Porque eso se pierde como el chasquido de los dedos. Pero se requiere carácter, integridad y respeto por uno mismo para esperar. Y tú vales la pena.
¿Va a ser fácil esperar? No. Va a ser difícil. Hay tanta presión sobre ustedes para tener sexo… Tengo mucho respeto por los jóvenes que en este tiempo pueden decir: “no”. Hay mucha más presión sobre ustedes de la que hubo para mí; mucha más. El problema es que hay mucho más consecuencias para ustedes si deciden tener sexo de las que hubo para mí, por eso es importante que obtengan ayuda.
6. Cómo decirle NO al sexo
Volver a EL SEXO TIENE UN PRECIO